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Edita/n:
IEA 
Descripción física:
; 157; 21x29,7; Si;  
Colección:
 
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Situación:
Disponible en formato digital 
PVP:
0.00 euros  

HISTORIA [H] - Antigua: hasta año 500

Resumen:
En el sureste peninsular aparecen catalogados varios yacimientos pertenecientes a la Edad del Hierro; en particular los distribuidos en la regio Bastetania. Se encuadran principalmente en la provincia almeriense los oppida siguientes: Cerrón de Bugéjar (María), Derde (Vélez Blanco), la Muela del Ajo (Tíjola), Gebera (Gérgal-Alboloduy) y El Chuche (Benahadux), incluyendo el Cerrón (Dalías). Nos vamos a centrar en la presencia ibera en Abla, que gira en torno a Abula, concebida como un oppidum nuclear al que están adscritos distintos oppida secundarios, poblamientos rurales, necrópolis de enterramientos y santuarios al aire libre, que conforman un relevante complejo arqueológico. Su ubicación ocupa una posición geoestratégica. Está asentado en un cerro amesetado que controla los asentamientos diseminados, los lugares destinados al culto religioso, los espacios funerarios y las vías de comunicación que discurrían por las inmediaciones. También las explotaciones de minería metálica, generadoras de riqueza. Tenemos noticias en el siglo XVII de declaraciones vecinales, al manifestar haber oído de sus mayores que la denominación originaria del pueblo era “Abula”, sin más fundamento contrastado. No obstante, ha subsistido un sustrato intrínseco de identificación con la antigua poléi ptolemaica, hoy patentizada en el escudo municipal. Los elementos que se disponían hasta ahora eran bastante limitados: los textos clásicos de Claudio Ptolomeo y Plinio “el Viejo”, los rastreos superficiales programados y los escasos restos encontrados casualmente: vaso cerámico, molino manual, diversas piezas discoidales y variedad de cerámica fraccionada. Las motivaciones del oscurantismo, que ha recaído con respecto a esta etapa de la historia local, hay que buscarlas en la falta de excavaciones oficiales, que permitieran ahondar en las capas estratigráficas, y la escasez de ediciones sobre la temática, que lamentablemente han venido a agravar este problema. Las bases trascendentales para emprender la investigación son las prospecciones sistemáticas verificadas, a nivel superficial, por el Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Granada durante las campañas de 1987 y 1998. La exploración del terreno conllevó a localizar y registrar los afloramientos iberos dispersados por la zona, gracias a la detección e identificación de los fragmentos cerámicos hallados. Un horizonte esclarecedor proviene de las recientes publicaciones en 2021, bajo la dirección de D. Andrés Mª Adroher Auroux, “Los iberos y el pasillo de Fiñana” y “Aportaciones a la protohistoria del alto valle del río Nacimiento”. Dichas monografías han contribuido decisivamente a determinar las funcionalidades y cronología específicas de los diferentes emplazamientos ibéricos. Con estos artículos se fijan los pilares para llevar a cabo un análisis en profundidad. El espaldarazo a este proyecto fue la celebración de “Las Jornadas Ibéricas de Abula”, organizadas por el Instituto de Estudios Almerienses y el Ayuntamiento de Abla. Fueron desarrolladas durante los días 04 y 05 de octubre/22 en el Museo de Almería con la impartición de un ciclo de conferencias a cargo de historiadores de reconocido prestigio. Posteriormente, el día 08 del mismo mes, se efectuaron en el municipio abulense, entre otras actividades culturales, una ruta guiada por los dos principales yacimientos arqueológicos del Término, con asistencia de numeroso público especializado e interesado. La valiosa colaboración de académicos y profesores de las universidades de Granada y Almería, juntamente con miembros del departamento de Historia del I.E.A., ha sido fundamental para culminar esta tarea interdisciplinar, que abarca diversas materias: Geografía, Arqueología e Historiografía. Nuestro más sincero agradecimiento por su amable cooperación, sin cuya implicación no habría sido posible llegar a la terminación de este trabajo. El objeto del estudio se sitúa en una franja interior delimitada entre la costa mediterránea, desde el Sinus Urcitanus (bahía de Almería) hasta Abdera (Adra), y el área de las altiplanicies granadinas, en la que se localizan destacadas ciudades bastetanas: Tutugi (Galera), Basti (Baza) y Acci (Guadix). Dentro de este sector queda comprendido el Pasillo de Fiñana. El territorio abulense, atendiendo a los accidentes geográficos, comprende prácticamente la subcomarca del Alto Nacimiento, en la cual se incluyen las poblaciones vecinas de Fiñana, Abrucena y las Tres Villas (Escúllar, Doña María y Ocaña). El ámbito temporal engloba un periodo que oscila desde el siglo VI a. C., con los primeros indicios detectados, hasta el ocaso en el siglo I d. C., con los últimos vestigios rezagados de pervivencia. La intención es potenciar el valor cultural que representa Abula, imprescindible para la conservación y divulgación de este patrimonio histórico. La concienciación de su preservación nos compromete, al mismo tiempo, a difundir el enorme potencial económico y turístico; aparte de la visita de profesionales y el atractivo para los amantes de la historia. Finalmente señalar, que este trabajo está basado en las referencias literarias, arqueológicas, numismáticas y toponímicas, que más adelante se exponen. Su interrelación posibilita acercarnos a conocer de forma generalizada al entorno ibero de Abula para su inclusión en los círculos andaluz y nacional.

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