José María ACOSTA Y TOVAR


ACOSTA Y TOVAR, José María (Almería, 1881 - Madrid, 1936). Militar, novelista y autor de cuentos.


      Hijo del militar carlista José María Acosta Oliver y de María Dolores Tovar y Yanguas, nace el 16 de mayo de 1881 en el almeriense Paseo del Príncipe, número 2. Durante el Bachillerato es compañero de Francisco Villaespesa, al que ayuda a confeccionar el periodiquillo La Alpujarra. Acabados estos estudios, el ingeniero José Trías, su padrino, lo empuja a ingresar en la Academia de Ingenieros Militares de Guadalajara. En 1905 consigue el despacho de teniente del Cuerpo de Ingenieros. Ya capitán, está al frente de la estación radiotelegráfica de la Alcazaba almeriense. En 1909 logra el primer premio en los Juegos Florales granadinos por “Concepto del átomo en la físico-química moderna”. Entre 1915 y 1917 se halla en Melilla. Desde allí envía un cuento a un concurso del diario madrileño La Tribuna, que le es premiado por un jurado compuesto por Eduardo Zamacois, Vicente Gay y Tomás Borrás. En adelante, decide alternar su profesión militar con su labor como escritor.

        Casado con la almeriense Jacoba Gallardo y Gallardo, que le dará numerosa prole, Acosta, ya comandante, se instala en Madrid en 1917. Al año siguiente participa con una novela corta en un concurso de la revista Blanco y Negro; tras serle premiada por un jurado compuesto por Palacio Valdés, Ortega Munilla y Julio Casares, la revista la publica en sus páginas. En 1920, la viuda de Juan Pueyo le edita con enorme éxito su primera novela extensa, Amor loco y amor cuerdo, que le fue premiada en un concurso de Blanco y Negro por Ricardo León, Azorín, Pérez de Ayala y F. Acebal; en la misma, el escritor recrea con humor la vida burguesa de Alcoria, la Almería de la novela.

        En 1921 publica la novela epistolar Entre faldas anda el juego, que le acepta Ricardo León, director literario de la editorial Renacimiento, con quien mantendrá siempre una buena amistad. León definirá a Acosta como “un joven maestro de la novela casticista y un mago de la amenidad, el interés y el aticismo”. Ese mismo año aparece su novela Al cabo de los años mil; en 1922 ven la luz los cuentos y novelas cortas de La venda de Cupido; en 1923 es editada su novela La Saturna y la colección de novelas cortas Niñerías; en 1924 aparece la novela de intriga y misterios Las pequeñas causas.

      Poco después del desastre de Annual, invitado por la Liga Africanista Almeriense, pronuncia el 16 de febrero de 1923 en el Ayuntamiento de Almería la conferencia “El problema militar de España y especialmente el de Almería”, que reprodujo íntegramente La Crónica Meridional. El día 18 de ese mes el comandante Acosta recibe un homenaje de sus paisanos en el balneario Diana de la ciudad. En Madrid suele asistir a la tertulia “El Gato Negro”, del Círculo de Bellas Artes, del que es socio fundador. Colabora desde 1920 en ABC, Blanco y Negro, La Tribuna, La Acción, Los Lunes de El Imparcial, La Ilustración española y americana, La Moda Elegante, Hispania y Nuestra novela (Madrid), El consultor bibliográfico y La Unión Ilustrada (Málaga), España y América (Cádiz), La Raza (Buenos Aires), Cervantes (La Habana), Colombo (Roma), entre otras publicaciones.   

        Como representante del periódico ABC, asiste a los Congresos de Ciencias de Oporto (1921), Salamanca (1923) y Coimbra (1925). En ABC mantiene las secciones “La literatura española en el extranjero” y “Letras Iberoamericanas”, con las que fomenta las relaciones con Portugal e Iberoamérica. En 1925 es nombrado socio de honor de la casa de Cervantes de Río de Janeiro y durante el verano pronuncia en la Universidad de Coimbra y en el Centro Español de Lisboa su conferencia La crítica contemporánea en España y sus oficiantes. Se le nombra miembro correspondiente del Instituto de Coimbra y de la Academia de Ciencias de Portugal.

        Tras enviudar, se convierte en un hombre retraído y solitario. En 1927, año en que aparece su novela Las eternas mironas, en torno al tipo de la solterona, publican una biografía suya, en la editorial Renacimiento, César González Ruano y Francisco Carmona Nenclares. Entre ese año y 1930 colabora en la Revista de las Españas con varios artículos sobre hispanófilos del Brasil, Escandinavia o Italia. En 1929 ve la luz su última novela, El morbo. En 1931, Amor loco y amor cuerdo va ya por su quinta edición (Compañía Iberoamericana de Publicaciones). Estando a punto de ser ascendido a teniente coronel, aprovecha la “Ley de Azaña” para retirarse del Ejército. En 1936, tras negarse a firmar la adhesión que el Gobierno le pide, es conducido a la quinta galería de la cárcel Modelo, reservada para los militares disidentes, y el 8 de noviembre de 1936 es asesinado en Paracuellos del Jarama.

 




ACOSTA Y TOVAR, José María (1920). Entre faldas anda el juego. Renacimiento, Madrid.
ACOSTA Y TOVAR, José María (1920). Amor loco y amor cuerdo. Juan Pueyo, Madrid.
ACOSTA Y TOVAR, José María (1922). La venda de Cupido. Novelas. J. Pueyo, Biblioteca popular, Madrid.
ACOSTA Y TOVAR, José María (1929). El morbo. Imprenta Renacimiento, Madrid.
ACOSTA Y TOVAR, José María (1923). La Saturna. J. Pueyo, Madrid.
ACOSTA Y TOVAR, José María (1924). Las pequeñas causas. Renacimiento, Madrid.
ACOSTA Y TOVAR, José María (1922). Al cabo de los años mil. Renacimiento, Madrid.
ACOSTA Y TOVAR, José María (1926). Las eternas mironas. (La novela de la solterona). Renacimiento, Madrid.


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