AtrasAdelante


          El Argar y La Gerundia

          La Zona Arqueológica de El Argar y La Gerundia comprende dos yacimientos que se sitúan en dos cerros amesetados en la margen izquierda del río Antas separados por una pequeña vaguada , lo que justifica su declaración en una única Zona Arqueológica.
          Desde su descubrimiento y posterior estudio y publicaci ó n por los hermanos Siret , los dos yacimientos incluidos en esta Zona Arqueológica han venido siendo esenciales en la investigación sobre la Prehistoria Reciente de la Península Ibérica .
          El Argar da nombre a una de las culturas más importantes de la Edad del Bronce en Europa . Su definición y sistematización se hizo a partir de las excavaciones llevadas a cabo fundamentalmente en este yacimiento por los citados arqueólogos.
          La Gerundia , por su parte, es un asentamiento del Neolítico final con una fase de tránsito hacia el Calcolítico . Esta ubicación cronológica de tránsito al comienzo de la Edad de los metales, le otorga un enorme interés para el conocimiento de esta fase cultural.

          Descripción

          La Zona Arqueológica de El Argar y La Gerundia se localiza en el término municipal de Antas , en la margen izquierda del río Antas ocupando dos mesetas de formas irregulares y separadas entre sí por un espacio abancalado para cultivos.
          El yacimiento de El Argar es uno de los más importantes de la Edad del Bronce . Fue descubierto y excavado en su práctica totalidad por Luis Siret a finales del siglo pasado y publicado en su obra "Las Primeras Edades del Metal en el sudeste de España" , en 1890 , donde se recoge el ingente volumen de materiales proporcionados por este yacimiento, procedente en su mayoría de las estructuras funerarias.

          Éstas se clasifican en tres tipos característicos:

        • fosas rodeadas de muretes de piedra,
        • cistas de losas y
        • pithos o vasijas.

          A pesar de las deficiencias del registro arqueol ó gico se puede esbozar el patrón de vivienda del poblado . Se trata de casas con muro de cabecera longitudinal, separados por tabiques medianeros perpendiculares. Junto a este tipo de habitación de planta rectangular no faltan las de planta irregular e incluso las de tendencia circular. Los muros son en general rectos, construidos con piedras bien escuadradas trabadas entre sí con tierra.
          La Gerundia , por su parte, también fue excavada por Siret. No se documentaron estructuras ya que el laboreo agrícola ha sido muy intenso y la moderna investigación sobre este yacimiento se ha centrado sobre todo en el análisis de la importante industria lítica presente en toda la secuencia histórica de este yacimiento, que abarca desde el Neolítico al Cobre antiguo.
          La proximidad geogr á fica de los dos yacimientos aconseja la declaraci ó n conjunta de ambos dentro de una única Zona Arqueológica, así como de la vaguada que los separa. Las características físicas de su territorio, producen una delimitación natural de la Zona Arqueológica de forma especial en su lado oeste, donde el río Antas crea unas paredes verticales de 35 metros de altura y por tanto inexpugnables. Todas estas circunstancias hacen innecesaria establecer un entorno de la Zona Arqueológica, que se encuentra incluida en su totalidad en el área comprendida en la delimitación.


          Lugarcico Viejo

          La zona arqueológica de Lugarico Viejo tiene especial interés por ser uno de los primeros asentamientos investigados por Luis Siret y por su morfología y estructuras que reflejan de forma muy clara los patrones de asentamiento que se consideran característicos de las comunidades argáricas .
          Las caracter í sticas singulares de este yacimiento , dentro del conjunto de las comunidades argáricas del sureste español, justifican su declaración como bien de interés cultural, no precisándose para asegurar su protección la fijación de un entorno.

          Descripción

          El yacimiento arqueológico de Lugarico Viejo se sitúa en un cerro amesetado en la margen derecha del río Antas , próximo a la barriada de Jauro . Se trata de un poblado fortificado de la Edad del Bronce que albergaba un importante conjunto de cabañas y enterramientos.
          Relevante para entender esta funci ó n resulta el an á lisis de la topograf í a original del propio asentamiento. En efecto, aunque su altura absoluta no es elevada, 212 metros sobre el nivel del mar, su particular orografía y su relación con el entorno lo convierte en un lugar de indudable valor estratégico que explica, en buena medida, su ocupación durante la Edad del Bronce .
          Por el oeste y por el este, sus l í mites est á n formados por barrancos del cierta importancia que vierten sus aguas en el mencionado río, situado al norte del yacimiento, lo que provoca que estas laderas de la meseta sobre la que se asienta el yacimiento tengan una acusada pendiente y difícil acceso. Al norte hay un brusco descenso de cota desde el yacimiento hasta las zonas de vega próximas al cauce del río. Por tanto el asentamiento queda perfectamente individualizado de su entorno a excepción de su ladera sur, más vulnerable al ser menor su inclinación.
          Esta vulnerabilidad en la topograf í a natural se procurar á enmendar mediante la construcción de una muralla. Por tanto, su construcción más característica será esta obra de fortificación.
          Se trata de una estructura que sigue la arista de la meseta sobre la que se asienta el poblado por el lado sur. De ella se han documentado hasta el momento una longitud de 90 metros aproximadamente.
          Las excavaciones realizadas en 1987 documentaron, además, que en su actual estado de conservación, posee una anchura máxima de 1,20 metros y una altura máxima de 1,50 metros. Se asienta sobre la roca madre con una cimentación de grandes bloques de calizas irregulares. Sobre esta cimentación se construyeron sus paramentos exteriores con grandes cantos rodados procedentes del cauce del río. El espacio interior se rellenó con cascajo y tierra.
          En el espacio exterior a la muralla se han documentado áreas de enterramiento que responden a una variada tipología en cuanto a los sistemas empleados, pero siempre concordantes con los patrones de la Edad del Bronce del sureste peninsular.


Imágenes:

Ver imagenVer imagenVer imagen