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La vida en Olula en los años 20



Estampa politica

Predominaba un poder personal adscrito al liderazgo de cada uno de los partidos en liza, que se escalafonaba desde Madrid hasta cada pueblo, pasando por la Provincia y el Distrito Judicial, con un representante en cada núcleo que era como el señor de hora y cuchillo cuyas voluntades pendían los favores y la distribucion de puestos públicos.
Con esta mentalidad, los caciques, a nivel de pueblo pequeño, eran los personajes a quienes había de rendirse pleitesía para ganar su favor. A esto se le sumaba el coro de aduladores que formaban su consejo privado, que se encargaba de proporcionar las luminosas ideas sobre el medio de como ganarse adeptos entre los sufridos humildes, quienes, indiferentes al sistema que no le sacaba de su miseria se inclinaban a quien les daba un bancal a medias, o le ofrecia el puesto de "municipal", etc, para evitar tener que irse a emigar a Orán o Buenos Aires.
Existian diferencias entre las gentes de Olula, echo significativo en un pueblo tan pequeño como era entonces, por culpa de los dos bandos políticos "Liberales" y "Conservadores". Estas dos facciones no se conocian por esos nombres sino que se llamaban "Los de abajo" y "Los de arriba", ya que Don Aureliano Requena Medina, líder del partido liberal vivía en la parte mas baja del pueblo, mientras que Don Amador Carmelo Espinosa Cuéllar, lider del partido conservador vivía en la parte mas alta.
Tal separacion y discriminacion llego a tanto, que cada bando iban a un determinado barbero, las mujeres iban a un determinado horno, depellejando a los del bando contrario. Pero tal separacion llego a su maximo climax en la vieja iglesia, donde los del bando liberal se sentaban a la derecha y los del bando conservador a la izquierda.
Las luchas entre los de arriba y los de abajo llegaron a su maximo explendor antes de la decada de los 20, que ni siquiera se repitio en la guerra civil.



Estampa Religiosa

En esta época se acusaba la gran influencia que la jerarquía de la iglesia Católica ejercía sobre las instituciones encargadas de regir el destino de los pueblos.
Es imposible relatar la historia religiosa de Olula del Río sin unirla al nombre del que fue párroco de Olula durante mucho tiempo, Don Juan Gallego Mirón.
Su aguda ramploneria supo ganarse las simpatías de sus feligreses y conocer la vida y milagros de cada uno a través de los "chismes".

Las Cofradías

Las cofradías eran el medio externo de completar la actividad religiosa de la feligresía, asociando a sus componentes en los fines que inspiraba su constitucion.
La primacia se la llevaba la Cofradia de Jesús, que agrupaba la mayor parte de los varones maduros de la época.
Una manifestacion pública de religiosidad del pueblo la protagonizaban los componentes de la Hermandad de Jesús, que acudían portando estandartes y cirios en todos los entierros y en las salidas del Viático a los enfermos moribundos. Actos que dejaron huella por lo tétrico, por llevar en procesion al Santísimo hasta la casa del enfermo quien a la vez de la Comunión recibía la Extrema Unción.
Las mujeres adultas se agrupaban en dos cofradías: la del Sagrado Corazón y la de la Virgen del Amor Hermoso. Las jóvenes en las Hijas de María, cuyas principales funciones se concretaban en el cuidado de la iglesia.
Los niños protagonizaban un movimiento en favor de las "Misiones". Se agrupaban en la Obra de la Santa Infancia.



























Estampa Social

La vida ordinaria de cualquier hogar era dura y sacrificada, pero no insoportable,ya que el mínimo vital estaba cubierto. En las casas de disponia de sustento indispensable para sobrevivir.
La mendicidad no era ejercida por los habitantes de Olula, salvo algun que otro chiquillo de las familias mas humildes.
Esta vida mas o menos normal se debía a que los alimentos básicos tenían un coste proporcionado a las disponibilidades económicas.

La energia electrica

Aunque su descubrimiento y aplicacion práctica se desarrolla en los Siglos XVII y XVIII, sólo tuvo una entrada formal en Olula por el año 1914.
En la década de los veinte, ya se utilizaba la electricidad, tanto de algunas calles del pueblo, como de las casas del mismo. Hasta bien entrada la década no se instalo en muchas casa humildes.
El control del suministro se hacía por medio del "limita-corrientes", colocado en la fachada de las casas.

Los medios de transporte

Los vehiculos a motor tuvieron su aparicion en el pueblo en los comienzos de los años veinte. Se podrían describir como: alta carrocería con techo de lona y guardabarros salido que servía para su puesta en marcha, ruedas con gruesos radios, manivela bajo el radiador para la puesta en marcha, rueda de repuesto que además servia para pasear a los niños.
El ferrocarril estaba ya en Olula a principio de los años veinte, accionado con máquina de vapor alimentada con leña o carbón, sacada de la Estacion de "Fines-Olula", denotando hoy en día su vieja estructura en estado ruinoso.
El servicio de viajeros se hacía a través de dos trenes correos que circulaban en dirección contrario.
También circulaban trenes de mercancías y que era esencial su uso para el desarrollo de la industria del mármol.
Las carretas transportaban masas de mármol desde las canteras de la Sierra de Macael a la Estacion del ferrocarril o las fábricas de Olula o Macael. Estas estaban tiradas por bueyes de enormes proporciones.
Los aviones, aunque se sabía de su existencia, no hicieron su aparicion sobre los cielos de Olula hasta bien entrada la década.

Los medios de comunicación

La radio, a la que se llamaba "Telefonía sin hilos", llego a Olula en la mediada década de los veinte. Se exhibió y se probó en el ayuntamiento de Olula donde lo presenciaba un nutrido grupo de personas.

Los espectaculos

El cine no se conoció en el pueblo como espectáculo de negocio, hasta después de la década de los veinte, en los que se utilizaban máquinas que proyectaban películas de cortometraje.
El teatro, puesta en escena por profesionales, sólo se conocía cuando alguna compañía de cómicos aparecía por aquellos lugares. Representaban obras de autores clásicos, generalmente dramas.
Mención especial merecen las exhibiciones que daban los jóvenes del pueblo, que aprovechando las vacaciones de los estudiantes, organizaban la puesta en escena de obras, generalmente de Muñoz Seca. Formaban una compañía que denominaban "El Teatropeyo".
Otro de los pocos espectáculos que se daba en el pueblo era el paso esporádico de algunos titiriteros que, con mono y cabra amaestrada, solían celebrar su espectáculo en la Plaza del Ayuntamiento, o en la era empedrada.
Estas actuaciones se completaban con la intervención de algún payaso o de alguna artista que entonaban coplas.





(Extracto sacado del libro "La vida en Olula del Río en los años 20", autor F.Jiménez Casquet)





Olula del Río entre 1939 y 1949