En Serón se practica en la actualidad una cocina ancestral transmitida de abuelos a nietos, aunque no faltan casos en los cuales la alimentación está siendo transformada por otra cocina menos sana, pero más moderna y rápida influenciada por la falta de tiempo.
Se pretende fomentar los platos típicos y que estos no se pierdan con el paso del tiempo, sino que se conozcan, se practique y se aprenda a saborearlos.
En Serón hay un excelente jamón, además de los sopicaldos y otros condumios que junto con el vino forjaron fama hasta mediados del siglo XIX. Desde entonces el pueblo de especializó en el manejo de las viejas recetas de salazón, aderezos, aliños y embutidos.
Se tiene especial habilidad con las harinas, siendo exquisitos platos como: las gachas, los gurullos con liebre, perdiz o conejo, los hormigos, los andrajos, las tortas gachas y sobre todo las migas cortijeras.
También existen innumerables potajes y cocidos que dependen sus ingredientes de la época del año, así como de alguna tradición como sucede con el potaje de Semana Santa, sin olvidarse del amplio número de platos realizados con jamón y demás derivados del cerdo, ya que en Serón todavía se conserva la tradición de las matanzas, que se celebran por el mes de diciembre.
Entre los postres a destacar, podemos citar: los hornazos, típicos en el día de la Virgen de la Cabeza, el último fin de semana de abril, las tortas de lata, buñuelos y roscos fritos que se degustan durante la Semana Santa, los suspiros para endulzar la Navidad junto con los mantecados carrasqueños.
Los cañetes, huevos a la nieve, leche frita, así como las cerezas y uvas al aguardiente, se podrán degustar durante todo el año.
Para comprender este lujo para el paladar, le recomendamos un menú, que consta de una combinación de platos típicos de Serón, detallándoles su forma de elaboración.
1º HORMIGOS
Ingredientes: Cebolla, tomate, pimiento colorado, patatas pequeñas, chorizo, morcilla, jamón, harina, agua y sal.
Elaboración: En una olla se sofríe la cebolla, el tomate y las patatas.
A parte se fríe el pimiento colorado, procurando que no se tueste demasiado, después se pica y se cuela todo.
Se llena la olla de agua y se introduce todo lo anterior, le añadimos el chorizo, la morcilla y el jamón, se deja hervir. Después se hace la masa con harina, sal y agua.
Una vez acabada, se le echa al caldo anterior, se va añadiendo poco a poco y de forma muy líquida.
2º CUAJADERA DE QUIJADAS Y PATATAS
Ingredientes: Tomate, laurel, cebolla, vino blanco, aceite, quijadas, patatas, sal y pimienta.
Elaboración: Se rocía la cazuela de aceite y se le colocan las quijadas en trozos, después se le añaden las patatas partidas por la mitad y se aliñan con todos los demás ingredientes, ( el tomate se pela y se trocea ). Una vez metido todo en la cazuela se mete al horno, previamente calentado y se deja una hora aproximadamente, dependiendo del tamaño de las patatas.
POSTRE: LECHE FRITA
Ingredientes: 1L, de leche, 150 gr, de maicena, 150 gr, de azúcar, harina y canela.
Elaboración: Poner la leche a hervir, mientras se hace una mezcla con azúcar, maicena y un poco de leche fría, se remueve bien y cuando la leche esté hirviendo se le añade la mezcla anterior sin dejar de remover hasta que vuelva a hervir.
Cuando espese se vierte sobre un recipiente untado con un poco de aceite, se deja enfriar hasta poder cortar y pasar por harina trozos de la masa que ya estarían preparados para freír. Una vez fritos los cuadrados se untan con azúcar y canela, se puede decorar con miel, piñones o almendras picadas que se colocarían encima y en el lado un poco de nata montada.
Estos platos pueden ser tomados acompañados de una bebida típica de la zona como es la Mistela cuya elaboración es:
Ingredientes: Para 1 L, de agua. Apio salvaje, cáscara de naranja seca, 200 gr, de canela en rama, unos granos de café natural, 1 L, de aguardiente , 1 Kg, de azúcar de los cuales 100 gr, se tuestan, y café liquido opcional.
Elaboración: En una olla se introducen todos los ingredientes menos el aguardiente y el azúcar, dejando cocer durante unas dos horas.
Pasado el tiempo se cuela y se le añade el aguardiente y el azúcar, volviendo a cocer quince minutos.
Se deja enfriar, se embotella y listo para beber. |