Armuña de Almanzora, es un municipio que se encuentra situado en el norte de la provincia de Almería y más concretamente en el Valle del Almanzora. Es uno de esos pueblos que llevan como apellido el
nombre del rio que lo circunda.
En cuanto a la historia, resulta difícil hablar del origen o fundación, pues aunque son numerosos los hallazgos prehistóricos que la convierten en tierras milenarias, son escasos los estudios realizados. Al parecer los primeros núcleos habitados de la zona estarían situados en la Muela, donde se han encontrado restos de la época de Bronce, un poblado Ibérico y restos de cerámica romana. Pero en la época de dominación árabe cuando aparece en su actual emplazamiento con el nombre de Armuña. Tras la conquista del Reino de Granada por los Reyes Católicos, estos conceden en señorio jurisdiccional y territorial las villas de Armuña de Almanzora, Lúcar, Sierro y Suflí a D. Alonso Fernández de Córdoba, de la casa de Aguilar, manteniendo a los mudejares como vasallos suyos.
Según el apeo de 1568 Armuña estaba habitada por 100 vecinos moriscos.
Un dato histórico a resaltar, es que en el S. XVI esta localidad contaba con 120 casas, aunque en la Edad Media debía tener menos, ya que aún no era cabeza de señorío; sin embargo existen referencias que confirman que hacia el año 1560 este pueblo pertenecía al Duque de Escalona. Antiguamente, Armuña poseía un horno para cocer pan, un mesón, una taberna y una herrería en la plaza, así como tres molinos harineros, y uno de aceite.
Al lado de la plaza del pueblo, ubicada en el centro del mismo, se encuentra la Iglesia Parroquial, que consta de una sola nave, de construcción ordinaria, dedicada a Nuestra Señora del Rosario, fechada sin precisión sobre el año 1500; esta iglesia posee una custodia, que sale en procesión el día del Corpus, que data del año 1620, en el que fue regalada al pueblo por unos nobles cordobeses.
Extramuros de la villa hay un cementerio, y no lejos de éste existió un castillo que poseía una gran plaza de armas, cuatro torreones, un almacén de pólvora, un patio con columnas de mármol de la Sierra de los Filabres y una hermosa habitación donde residían los Alcaldes Mayores, administradores y dependientes; también se encontraban en él los calabozos, cárceles y silos para conservar el grano. Toda la construcción se halla realizada por la piedra típica de la zona, pero actualmente se encuentra totalmente en ruinas.
Las tierras de esta localidad antiguamente eran regadas por el río Almanzora, el cual poseía abundantes aguas en invierno y las suficientes en verano para regar su vega; también existía una fuente caudalosa, llamada de Paules, que servía de mojón para las jurisdicciones de esta villa, así como para la de Purchena. Tradicionalmente, su producción era de cereales, legumbres, remolacha, uva y aceite, ya que poseía numerosos olivares.
El estudio de un período tan importante de nuestra historia como es la Guerra Civil se hace dificultoso por haber sido quemados los archivos con toda la documentación existente, aunque este pueblo no es el único en el que sucedieron estos hechos. Como se dice en el diccionario de Madoz del año 1845, «su clima es sano y benigno, y las enfermedades más comunes son calenturas intermitentes».
Sus límites naturales son: NORTE: LUCAR
Y TIJOLA SUR: BAYARQUE Y SUFLI ESTE: PURCHENA OESTE: TIJOLA