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En septiembre de 1992 se descubrió entre las pinturas de la cueva Ambrosio el retrato de uno de aquellos primeros pobladores. Estamos en el periodo Solutrense, hace entre 26000 y 16000 años. Se trata del contorno de la cara de una figura humana.

El abrigo de cueva Ambrosio se sitúa en el extremo norte del municipio de Vélez Blanco, en una zona agreste junto al arroyo del Moral.

El yacimiento ha venido siendo excavado durante más de un siglo. Las primeras fueron desarrolladas en 1911 por Federico de Motos y el abate Henri Breuil. A finales de los años cincuenta continuó las investigaciones el profesor Ripoll Perelló, continuadas en los ochenta por Ripoll López, hasta la actualidad.

El depósito arqueológico es uno de los más importantes del Sureste, no solo por la presencia de paneles de pinturas diversas, sino también por la cantidad y calidad de los materiales que se han recuperado. Destacan magníficas puntas de aletas y pedúnculo, las puntas de flecha y las de lanza.

Estos datos pueden seguirse en las páginas 44-45 del tomo 1 de la Historia de Almería, en los textos de Sergio Ripoll López.