Serón recrea este sábado una leyenda que le hermana con los municipios de Baza y Lorca

Vigente.

  • Seronenses participan en la recreación de La novia de Serón que simboliza la leyenda histórica del secuestro de la hija del alcalde del pueblo en 1440 por vecinos de los tres municipios

  • El alcalde, Manuel Martínez Domene, explica que se ha proyectado con vocación de continuidad "porque representa parte de nuestra historia y cultura"

  • El robo de la novia de Serón

 

En febrero se inauguró la escultura que escenifica esta leyenda.

En febrero se inauguró la escultura que escenifica esta leyenda.

Esta actividad, según el alcalde de la localidad, Manuel Martínez Domene, se ha proyectado con vocación de continuidad “porque representa parte de nuestra historia y nuestra cultura; cuya escultura luce desde hace poco más de un año en la plaza de la Virgen de los Remedios, donde los visitantes y vecinos posan para sus fotografías o vídeos junto a la bella obra del prestigioso escultor Roberto Manzano”, explica el primer edil.

Así, la imagen de la novia (230x235x98cm), realizada en fundición de bronce en el taller de Manzano, representa a una joven mora subida en una mula y simboliza la leyenda histórica del “secuestro” de la hija del alcalde de Serón en 1440.

Con la representación de esta leyenda, el Ayuntamiento pretende, además de llevar a cabo un acto cultural en el municipio, dar a conocer a vecinos y visitantes, los detalles de este episodio acaecido hace seis siglos y que los más jóvenes sean partícipes y aprendan de forma amena una parte de la historia del pueblo.

Lo que cuenta la historia

La historia de la Novia de Serón, fue un acto acaecido en el año 1440 según los datos aportados por las transcripciones fidedignas de los manuscritos de Pérez de Hita, realizadas por el Padre Morote, “aunque investigaciones realizadas por Joaquín Espín Rael datan el hecho histórico en 1478, sirviéndose del testimonio de Juan Matheos de San Pedro.

La Novia de Serón, resultó ser la hija del alcalde de Serón e iba de camino a Baza para celebrar su boda con el alcaide de esta ciudad. Iban decididos y a paso ligero porque en Baza los esperaban ansiosos, hasta que fueron embestidos por el grupo de Lorca, a lo que no tuvieron más remedio que rendirse porque eran muchos y fuertes. Todos quedaron prisioneros, incluida la muchacha, excepto uno que consiguió escaparse y fue corriendo hasta Serón para avisar de la desgracia ocurrida.

El alcaide de Serón, asustado y preocupado mandó a sus mejores hombres al lugar dónde los lorquinos los esperaban para batallar. En esta acometida se dice que veinte moros quedaron fuera de combate al momento, a lo que éstos tuvieron que huir para no perder a más hombres en la contienda.

La mora, abatida y asustada al ver a sus hombres derrotados y muertos se resignó a su devenir, hasta que uno de ellos propuso y todos aceptaron devolverla a su familia de Serón, así qué fueron tras los moros y les lanzaron señales de que iban en son de paz. Finalmente le devolvieron a la joven mora prisionera y ésta en señal de agradecimiento se quitó una preciosa joya de oro y pedrería que llevaba en el pecho y la regaló al jefe de los cristianos, Diego López de Guevara. Además, también le entregó la cabezada de la mula en que cabalgaba en memoria de hecho del gesto tan honroso.