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El viaje ha transcurrido por las ciudades de Tetuán, Chaouen y Asilah
Vícar, 26 de noviembre de 2024: Medio centenar de mujeres vicarias han participado este fin de semana en un viaje de convivencia de mujeres que tuvo como destino el país vecino de Marruecos, donde han podido descubrir las maravillas de la cultura musulmana que atesoran las ciudades de Tánger, Chaouen y Asilah, conocida como la Perla Azul, al norte de Marruecos. La convivencia, que ha sido muy gratificante para las mujeres participantes, les ha permitido vivir una aventura propia de los sueños nazarís y bereberes. Para la concejala de Mujer, Almudena Jimenez “ha sido una convivencia única y muy enriquecedora de gran interés para las viajeras, con un extraordinario ambiente de convivencia intergeneracional, en el que han participado abuelas, madres, hijas y amigas, y que ha servido para compartir nuevas experiencias y aprendizajes tanto desde el ámbito cultural como el personal”.
Durante los tres días del encuentro, han realizado visitas guiadas a la Ciudad de Tánger, al Cabo Spartel, a las Grutas de Hércules, la Kashba, la Medina y los zocos de esta bulliciosa ciudad marroquí y visitas guiadas también a las otras dos localidades. Tánger es una ciudad situada en el extremo norte de Marruecos, es un emplazamiento irresistible y un popular puerto de entrada de turistas. Con una población bulliciosa de aproximadamente 950.000 habitantes, la ciudad conserva un carácter cosmopolita y está poblada por historias, mitos y leyendas que se remontan a su fundación supuestamente por Anteo, el hijo de Neptuno, quien le dio el nombre de su mujer, Tingis.
Por su parte, Chauen, es una ciudad situada en las montañas del Rif, en la zona noroeste de Marruecos. Es conocida por los espectaculares edificios azules de diferentes tonalidades de su casco antiguo, así como por sus callejuelas empedradas e inclinadas, repletas de telares y marroquinerías. Y Asilah, ubicada en la costa atlántica del norte de Marruecos, es una ciudad con una rica historia que se remonta a la época fenicia, a solo 46 km al sur de Tánger y a unos 110 km de Ceuta. En su posición estratégica frente al mar, Asilah fue un puerto importante y una fortaleza para diferentes civilizaciones, desde los fenicios hasta los portugueses, quienes construyeron las fortificaciones que todavía se conservan. Hoy en día, la ciudad antigua de Asilah sigue siendo un lugar cautivador con sus murallas históricas y calles estrechas que serpentean a través de la medina, donde los visitantes pueden encontrar tiendas de artesanía, cafeterías y restaurantes que sirven platos típicos marroquíes. En su interior se encuentra la plaza principal de la ciudad, que acoge la mezquita principal y la torre del reloj, símbolos de la ciudad.