Íllar, la ribereña villa de la Taha de Marchena, otrora encuadrada en el señorío de Gutierre de Cárdenas y del duque de Maqueda, conmemoró a inicios de la pasada centuria el 400 aniversario de la tenida por milagrosa “Sudoración de la Virgen María y de su madre Santa Ana”. En el libro editado con ocasión de dicha efeméride religiosa aportamos un ramillete de datos sobre la biografía de uno de sus hijos singulares: Mariano Morcillo Laborda. Recientemente, el investigador Rafael Chaves y sus paisanos Patxi Alcázar y Antonio F. García “Niño de las Cuevas”, han dado a la luz nuevos apuntes sobre su actividad artística recogidos en las numerosas gacetillas publicadas por la prensa almeriense, cordobesa y granadina, la ciudad en la vivió su juventud y madurez y donde falleció el 19 de enero de 1954.
En el archivo parroquial de Íllar verificamos que nuestro personaje nació el 2 de diciembre de 1870 en la calle Horno, 26. Hijo de Federico (“funcionario cesante”) y de Eloísa. Dos días después fue bautizado, imponiéndole al neófito el nombre de Mariano María de la Concepción Bibiano. Sus padres, pertenecientes a la burguesía provincial y alineados con el carlismo, tenían la casa del pueblo, presumiblemente, como segunda residencia, habitándola regularmente cuando cesó en su cargo de funcionario público en tiempos de “La Gloriosa”, antecesora de la I República Española. Durante sus estancias en la capital estudió en el colegio privado San Pablo, próximo a su domicilio en la calle Martínez Campos. Por línea materna estaba emparentado (sobrino-nieto) con Carmen de Burgos Seguí “Colombine” y era primo de Gabriel Morcillo, director en la posguerra de la Escuela de Artes y Oficios de Granada.
Su vínculo granadino obedecía al destino profesional de su padre. Así lo indica el diario La Crónica Meridional el 17 de septiembre de 1896: “Ha sido nombrado Interventor de Hacienda en la provincia de Granada nuestro paisano D. Federico Morcillo de la Cuesta, antiguo y probo empleado en el ramo”.
Ocupando ya puestos de responsabilidad en la Hacienda Pública en Granada, Mariano Morcillo no perdió contacto con su ciudad natal, donde acudía regularmente a la feria como miembro de “La Montaña”, sociedad recreativa presidida por el marqués de Campohermoso. Participante en pruebas deportivas, saraos y bailes varios, sonadas fueron las capeas y becerradas posteriores a las corridas del abono taurino agosteño en las que intervino acompañado de jóvenes de la “buena sociedad”.
Las primeras noticias sobre el personaje biografiado las proporciona Eduardo Molina Fajardo en su monográfico El Flamenco en Granada. Teoría de sus orígenes e historia, quien apunta que “aunque era almeriense, Mariano Morcillo Laborda formó parte hasta su muerte del mundo flamenco granadino. A los diez años tocaba la guitarra, y, en su juventud, con los gitanos granadinos y como miembro del cuadro La Andalucía en tiempo de moros acudió a la Exposición Internacional de París. De día jefe de negociado de Hacienda, y de noche, animador de las fiestas, con su desvergonzada zarabandilla y sus muñecos bailadores, manejados con hilos invisibles y largos palillos. El recuerdo de Mariano Morcillo no se puede separar del alegre ambiente del Sacromonte o del conjunto jaranero de los restaurantes populares que circundaban el Campillo”.
Manuel Ríos Ruiz y José Blas de Vega recogen esta referencia en su Diccionario Enciclopédico Ilustrado del Flamenco: Mariano Morcillo fue un personaje peculiar de la Granada noctámbula y jaranera que frecuentaba los tradicionales locales del Albaicín, Realejo y Campo del Príncipe. Y asiduo de las cuevas sacromontanas, donde era considerado uno más del “cuadro artístico” pese a su condición de payo. Liderando el cuadro de baile de Los Amaya en actuaciones varias durante la Exposición Universal de París en 1900.
Hizo amistad y acompañó con su guitarra a célebres cantaores de la época: Antonio Chacón, Niña de los Peines, Cayetano Muriel “Niño de Cabra”, Pepe Marchena, Lola Medina o Francisco Gálvez; siendo el illarense quien presumiblemente le adjudicó el nombre artístico de Frasquito Yerbabuena. Colaboró con Manuel de Falla en la organización del renombrado Concurso de Cante Jondo celebrado en Granada en junio de 1922 y presentó ante el público y jurado a Diego Bermúdez “El Tenazas”, ganador del certamen junto a Manuel Ortega “Manolo Caracol”. Su presencia se hizo constante, además, en numerosos actos oficiales organizados por el Ayuntamiento en los que agasajaba a personalidades, embajadas o colectivos extranjeros de visita en la ciudad.
Cantaor, guitarrista y, especialmente, creador de dos simpáticos muñecos: La Ceana y El Talones (a imitación de dichos personajes reales). Accionados por hilos y palillos, los sacromontanos bailaban al compás de la voz de Mariano, entre ellos su aplaudido Testamento de un gitano, por tangos y/o bulerías. En la citada Exposición Universal de París tuvieron un éxito arrollador. Así lo describía el diario Patria en 1940: “Los muñecos de Mariano Morcillo son una pareja que del suelo no levantan cada uno veinte centímetros. Están fabricados de cartón y pintados por Vergara. Son una pareja graciosa. Cada muñeco tiene sus articulaciones en brazos y piernas que las utiliza con desenvoltura cuando su director de baile se sienta tranquilamente en el suelo y provisto de una batuta comienza las canciones que ellos adaptan enseguida al baile correspondiente que le cantan: tangos, sevillanas, bulerías… Es como un fluido transmitido al conjuro de la voz y manos que los muñecos reciben con saltitos y muestras de alegría hasta demostrar que son unos artistas consumados…”.
En el marco de un homenaje público, en agosto de 2023 el Ayuntamiento de Íllar descubrió una cerámica en su calle natal del Horno. Igualmente, la Asociación Guitarrística “Antonio de Torres” le hizo protagonista central ese mismo año con ocasión del Día del Flamenco en Almería.
Fuentes:
Informaciones recogidas de Molina Fajardo, Blas Vega, Manuel Ruíz, Martín Salazar, Sevillano Miralles, Eusebio Rioja, Rafael Chaves, Bellver Cano, Eugenio Guzmán y Curro Albaicín.