En los albores de los años 50, la ciudad de Almería se convirtió en el escenario de las primeras películas rodadas en esta provincia. Así, por ejemplo, en su puerto se filmaron exteriores de La llamada de Africa y la Plaza Vieja de la capital fue escogida para realizar algunas escenas de la francesa Ojo por Ojo. Estos filmes, sin duda, llamaron la atención de los grandes del cine que ya, sin pudoer, se volcaron en el paisaje almeriense, filmándose en los años 60 las llamadas grandes superproducciones. El Cid de Anthony Mann, abrió la veda, que fue seguida por la que sería uno de los grandes clásicos del cine contemporáneo, Lawrence de Arabia, en la que aparecen algunas escenas rodadas en el Parque Nicolás Salmerón. Cleopatra, con la gran belleza de Liz Taylor. Mando Perdido, que utilizó la Plaza Vieja de Almería para la entradas de las tropas en Cavas y las Calles Regocijos o Tenero Iribarne para las escenas de ocupación, o Mercenarios sin Gloria de Michael Caine, también se sucedieron en el tiempo. La entrada de los aliados en Messina, utilizando la Plaza de la Catedral, o la entrada del general Patton en Palermo, escena rodada en los alrededores de la Alcazaba, en la película que lleva su nombre, también marcaron un antes y después.
Más de 600 extras participaron en una escena de la película Patton que se rodó en el casco antiguo de la ciudad, enla que una banda de música escocesa precedía la entrada triunfal de Montgomery en un pueblo ocupado por las tropas americanas.
Como películas más recientes que utilizan escenarios de la capital cabría señalar, Nunca Digas nunca jamás, de la saga de James Bond, rodada, en parte, en la Alcazaba o Indiana Jones y la Última Curzada, para la que se utilizó la Calle Almanzor y la Escuela de Artes y Oficios, que se convirtió en un palacio del sultán de la República de Hatay, con Rolls Royce incluido.