La diversidad de espacios naturales confiere a Almería su personalidad y le proporciona el encanto que hace que turistas de todo el mundo no duden a la hora de trasladarse a las playas vígenes de cabo de Gata- Níjar, de realizar senderismo en Sierra Nevada o de admirar a las águilas imperiales desde los más rocosos miradores.
Multitud de entornos naturales, cada uno con sus características específicas, se configuran en uno de los principales reclamos turísticos de la provincia de Almería.
Los grandes parques naturales de Sierra Nevada, Cabo de Gata-Níjar o Sierra María-Los Vélez, más conocidos, no dejan atrás, sin embargo, a algunos de los parajes naturales más espectaculares de la Alpujarra Almeriense. Muestra de ello son la Sierra de las Estancias, la de Gádor o la Sierra de Los Filabres, considerada como el pulmón verde de Almería, y que sirve de enclave al Observatorio Astronómico d eCalar Alto.
Desde el Peñón Negro, el Refugio de Arroyo Verruga o el Mirador de las Vívoras se puede contemplar una gran vista en la que destaca la masa forestal de pinares, sobrevolada por rapaces tan bellos como el águila real o la calzada.
La Sierra de Cabrera-Bédar, extiende por la costa sus masas forestales de encinares, alcornocales y pinares, un hábitat en el que el turista puede encontrar ejemplares de una especie amenazada como es la de la tortuga mora. Otras especies con las que, sin duda, disfrutarán los aficionados a las aves, se pueden contemplar en los humedales que se forman tanto en la Desembocadura del río Antas como en las Salinas de Guardias Viejas.
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El entorno paisajístico y faunístico de la provincia es el reclamo para los amantes de la tranquilidad y de la naturaleza. Pero para que se conserve así, éstos deben ser los primeros que respeten este fantástico hábitat creado a lo largo de siglos. Nada de ruidos, ni de basuras y, sobre todo, hay que ser conscientes del valor de lo que se admira para no hacer que se deteriore.