Son pocas las provincias en España que pueden ofrecer una variedad de actividades tan grande como Almería, fruto de su contrastado relieve que, en pocos kilómetros, permite pasar de un paisaje agreste y montañoso a otro paradisíaco, con playas bañadas por el sol.
Los aficionados a los deportes náuticos pueden disfrutar en sus vacaciones practicando el esquí acuático, buceando en los ricos y salvajes fondos marinos en las más recónditas calas, o dando tranquilos paseos en barco por todo el Mediterráneo.
Para los que prefieren la naturaleza, la provincia esta plagada de múltiples rutas culturales y arqueológicas que permiten al visitante disfrutar del contacto con el medio ambiente al mismo tiempo que enriquecerse, senderos que se pueden hacer andando. Y para los más arriesgados, aquellos que necesitan desprenderse de la adrenalina que les sobra, la provincia también les tiene preparadas gratas sorpresas: esquí, escalada, espeleología, ultraligero, parapente y ala delta desde los acantilados de Aguadulce en Roquetas de Mar.
El turismo cultural también está al alcance de la mano, con el aprendizaje de los idiomas y tradiciones en las escuelas especializadas.