La diversidad del paisaje y el desigual relieve de la costa es lo que confiere al Levante Almeriense su propia personalidad y, sin duda, su mayor atractivo de cara a los turistas. Esta franja costera, que se extiende desde el Parque Natural Cabo de Gata- Níjar hasta el límite con la provincia de Murcia, ofrece al turista desde amplias playas de arenas finas y doradas hasta abruptos acantilados, con pequeñas y recoletas calas. Una orografía que confiere un encanto personal a pueblos pesqueros como el de Garrucha o Mojácar, que se encarama blanco e impoluto a gran altura sobre el mar.
A las cuatro playas con Bandera Azul que posee, una en Vera (Las Marinas-Bolagas), otra en Garrucha y otras dos en Carboneras ( El Ancón y Los Barquicos), hay que añadir los numerosos parajes vírgenes, como la playa de Los Muertos o Cala Cristal que son, por razones obvias, un escenario ideal para la práctica del naturismo. Concretamente el Playazo de Vera posee una zona reservada para el naturismo, con hoteles e instalaciones a las que acuden turistas provenientes de toda Europa.
Monumentos naturales como las Islas de Terrenos o Isla Negra, ambas en Pulpí, o el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar, dan una idea de la tranquilidad de la que se puede llegar a disfrutar en esta parte de la provincia. Si alguien quiere un poco de menos sosiego puede acudir a campos de golf como el original Desert Spring Golf, en Cuevas del Almanzora, tomarse un café en el puerto deportivo de Garrucha o practicar actividades como el submarinismo, el esquí acuático o el senderismo